Es una ciudad situada en Bohemia, la región occidental de la República Checa, situada entre dos ríos: el Eger y el Teplá, que es una rio de agua caliente, que supone un reclamo para los visitantes. Esta ciudad también es conocida como Karlsbad en alemán.
Está situada a 100 kilómetros de la capital de la República Checa, Praga, con una población de poco más de 50.000 habitantes y con una densidad de casi 900 habitantes por kilómetro cuadrado.
Karlovy Vari, recibió este nombre en honor del emperador del Sacro Imperio Romano-germánico Carlos IV, que fue el que fundó esta ciudad en el año 1370. El encanto principal de esta zona son las fuentes termales (13 principales y después cientos más pequeñas).
En el siglo XIX fue uno de los destinos más de moda de Europa, debido a que muchos famosos y personajes internacionales, acudían a la ciudad en busca de tratamientos termales. Aparte de las fuentes termales, la ciudad es conocida por el licor checo Karlovarska Becherovka, y también por el Festival Internacional de Cine Karlovy Vari.
En la zona hay diferentes productos famosos, y los más importantes son:
– Cristal de la fábrica Moser: también conocido como cristal de los reyes. Muchos de los vasos que se utilizan en palacios son de este tipo de cristal.
– Becherovka: aperitivo inventado por David Becher en el año 1807, y muy popularizado en la zona.
– Rosas petrificadas: como las que hay en las aguas termales. Se utilizan para regalar. Es uno de los productos más comprados por los turistas.
– Galletas de Karlovy Vari
– Sal mineral: ideal para las curas que se hacen en las propias aguas termales.
Junto con la capital Praga, Karlovy Vari es una de las ciudades más visitadas de la República Checa por sus encantos arquitectónicos así como sus fuentes termales curativas