Existen islas impactantes en el mundo, tal es el caso de la Isla Canguro, o Kangaroo Island, la cual es la tercera más grande de Australia, contando con un largo de 150km y 57km de ancho, situándose en el golfo de San Vicente.
Haciendo un breve repaso por su historia podemos mencionar que esta Isla ha sido habitada en la antigüedad , sin embargo, los habitantes que allí vivían desaparecieron hace más de 2.000 años, permaneciendo completamente desolada hasta el siglo XIX cuando los británicos se asentaron allí.
Lo interesante y atractivo de esta isla es que mantiene preservada su vegetación virgen, a tal punto que existe una única ciudad allí que dispone de supermercados y un banco, hablamos de Kingscote, que tiene una población de 1.200 habitantes.
Un cuarto de la Isla Canguro ha sido establecida como un área natural protegida, siendo entre otras cosas un refugio donde se albergan varias especies de aves que se encuentran en peligro de extinción, al tiempo que también podremos encontrar allí una especie muy particular de canguros, hablamos del Canguro Dunnart, el cual solo habita esta isla.
Todo esto hace de Kangaroo Island un paraíso natural, donde es posible apreciar un ecosistema completamente salvaje, que despertará el espíritu de aventura de cualquier turista.
Además, otro de los principales atractivos existentes en esta isla es que existe una gran variedad de especies y animales merodeando libremente por los alrededores, dando una impresión de habernos adentrado en un Zoológico.
Por otro lado, tampoco podemos dejar de lado otras actividades sumamente atractivas, como puede ser el buceo o el submarinismo, algo muy habitual por aquellas regiones, existiendo muchos corales y todo un mundo por descubrir en las profundidades de sus aguas.
Incluso es posible realizar Surf, algo que se practica mucho en Australia, contando con olas interesantes para aprender y divertirse en grande, luego de realizar una interesante caminata por los bosques de la isla, compartiendo momentos con las distintas especies que allí habitan, descubriendo un sin fin de animales pocas veces vistos, o que tal vez no conocías.