Son muchos los destinos que ofrecen las agencias de viajes alternativos, todo depende de cuán lejos quieras viajar, el presupuesto y actividades a realizar. Aquí un relato sobre las actividades que puedes realizar en un viaje a la Patagonia argentina.
La zona de Puerto Madryn y aledaños se encuentra constituida por una maravillosa fauna plagada de pingüinos, lobos y elefantes marinos, delfines y también ballenas y orcas. Dependiendo del temperamento de cada quien es posible optar por la placida observación de lobos hembras pariendo entre gaviotas que devoran la placenta, hasta la interacción directa con algunas especies.
Partiendo de Puerto Madryn hacia el norte por la ruta N.1 se llega a Península de Valdés, una de las áreas naturales protegidas más importante del mundo por su concentración de una gran variedad de fauna marina. En 1999, el lugar fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.
En Punta Pirámide, entre diciembre y abril, se puede observar en las loberías el alumbramiento de estos mamíferos dado que la zona alberga una importante colonia de reproducción. Las hembras se aglutinan alrededor de los machos, protegen a sus crías y soportan los embates de las aves que se alimentan de la placenta.
Península de Valdés, una zona geográfica donde es posible encontrar a la ballena franca austral de 40 toneladas, su primer avistamiento oficial en Puerto Madryn se concretó en 1974, bracear en compañía de un lobo marino es lo menos amenazador con que puede toparse un aficionado al buceo o al snorkeling.
A través de las antiparras, la vida subacuática se ve mucho mejor, casi como si se tratase de un paisaje maravilloso. La visión conlleva también a tomar conciencia de que incluso en la naturaleza, hay clases sociales, tres metros abajo, entre corales y cráteres que hacen pensar en la luna, hay buzos y ellos sí pueden tocar y acariciar a los lobos marinos, que juguetones los dejan hacer.
Para quienes buscan contacto con la fauna autóctona, se ofrecen excursiones para realizar snorkel con lobos marinos. Los pasos son muy sencillos, no hay demasiados requisitos y hay que alquilar un traje especial para sumergirse en las aguas. Se puede pasar el día disfrutando del contacto directo con la naturaleza, hasta caer la tarde tiempo en que se deberá volver a la orilla y luego al centro de Puerto Madryn.
Otra alternativa, si se quiere salir a experimentar en vivo y directo eso que se da en llamar “vida salvaje” es acercarse a Punta Ninfas, ubicada a 80 kilómetros de Puerto Madryn. Allí es necesario descender por un intrincado sendero rocoso para poder arribar finalmente a la playa, que es un pedregal que se adentra en el mar. Lo que se encuentra es un grupo de amodorrados elefantes marinos a los que por su porte, sería recomendable no incordiar. No disfrutan mucho de las visitas, cuando alguien se acerca demasiado para tomarles una foto la reacción típica del elefante es abrir las fauces y lanzar un bramido intimatorio, y cuando esto no es suficiente comienzan a desplazarse hacia atrás, hasta quedar fuera del alcance humano, en lo profundo del mar.