Nombre como Masai Mara o Parque Serengeti seguramente evocarán a muchos ciudadanos enormes sabanas y animales salvajes, pero sólo algunos de ellos darán el paso de conocer estos lugares por sí mismos.
Kenia es un país donde el turismo de aventura y los safaris han proliferado enormemente durante los últimos decenios. En Kenia se hallan algunas de las reservas faunísticas más importantes de todo el planeta. Kenia comparte con Tanzania el Parque Serengeti, en el que coexisten rinocerontes, elefantes, leones, búfalos y otras muchas especias cuya observación por los viajeros les hará caer en la cuenta de qué diferente es la vida de los animales en los zoos a la de los que viven en la naturaleza salvaje. En Kenia, el parque Tsavo combina algo de ambos, si bien se puede decir que en este lugar los animales viven en su casa.
El Parque Nacional de Lago Nakuru, situado a 160 km de la capital de Kenia , Nairobi, es reconocido por su relevancia geológica además de por su fauna y flora. El inmenso lago cobija sobre todo aves migratorias, entre las cuales sobresalen los elegantes tonos rosados de los flamencos. El Parque Nacional de Lago Nakuru está equipado de infraestructuras pensadas para el turista, tales como hoteles, restaurantes y, para los que no quieran perder la oportunidad de visitar Kenia sin gastar demasiado, albergues juveniles.
El Lago Victoria, cuyas aguas asoman por el suroeste de Kenia, abarca un área de casi 70.000 kilómetros cuadrados. Desde Kenia, Tanzania y Uganda, el Lago Victoria alimenta el mítico río de los faraones: el Nilo.
Y sin dejar las aguas, otra de las actividades que podremos llevar a cabo en Kenia será el buceo y submarinismo. En el Parque Nacional de Malindi encontraremos lo necesario para llevarlo a buen término y, quizá, filmar un vídeo subacuático en el que los protagonistas sean los tranquilos tiburones ballena, los peces león y las mantas.