La Plaza Mayo de Madrid es uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Su creación se remonta al siglo XVI, cuando se celebraba el mercado principal de la villa. Antes conocida como pala de Arrabal, paso a denominarse Plaza Mayor.
La Plaza Mayor de Madrid es una plaza porticada de planta rectangular, de 129 metros de largo por 94 metros de ancho, que está completamente cerrada por edificios de viviendas de tres plantas, con 237 balcones en total que dan a la plaza. En el centro del lado norte de la plaza se levanta la Casa de la Panadería y enfrente suyo, en el lado sur, la Casa de la Carnicería. En los soportales, sostenidos por pilares de granito, se alojan numerosos comercios de hostelería, por ser un importante punto turístico de Madrid, así como tiendas de coleccionismo, filatelia y numismática.
Cuenta con nueve puertas de acceso, de las cuales la más conocida es la del Arco de Cuchilleros, en la esquina suroeste de la plaza.
Presidiendo la plaza, en el centro se encuentra la estatua ecuestre de Felipe III, comenzada por el escultor italiano Juan de Bolonia y terminada por Pietro Tacca, que fue su discípulo y que la terminó en el año 1616.
La plaza Mayor de Madrid se encuentra situada entre el Palacio Real y la Puerta del Sol. Muy conocida entre los madrileños por las casetas que se instalan en Navidad con adornos navideños, y por los trueques y compras o ventas de sellos, monedas y demás antigüedades. Por esas fechas, Navidad, hay tanta afluencia de gente que apenas se puede caminar por las calles que rodean la Plaza Mayor. Sin embargo el ambiente que hay es digno de visitar aunque andar 10 metros conlleve más de un minuto por la gran cantidad de gente.