¿Existe realmente una diferencia en estas dos palabras que en esencia encierran lo mismo?
Papá es en general un término de afecto familiar más cercano, pero también representa a la figura paterna cabeza de nuestra familia. Papá a pesar de toda la disciplina que puede representar, deja al mismo tiempo un lado enternecedor del hombre, para convertirse en alguien amoroso y consentidor.
La palabra padre, que como ya mencionábamos es en esencia lo mismo, puede representar el respeto al ser que te dio la vida, y ponerlo como un guía para todo en tu vida. Si tratamos de entender mejor esto una persona puede ser padre, pero para ser papá hay que tener una relación más íntima con nuestros hijos.
Respeto
Los padres nunca deben ser referidos por sus hijos como el “viejo”, o la “vieja”. El respeto engendra obediencia a la autoridad, que se hace evidente en los niños, siendo todo un ejemplo en sus escuelas. Por supuesto, todo esto no ocurre por arte de magia, como el elemento vital en toda relación es el amor, y el hombre sólo puede ser papá si le da tiempo y atención a su esposa e hijos, que en ciertas circunstancias puede resultar difícil, pero este es tiempo es necesario para que les muestre su importancia y prioridad en su vida.
Papá
El ser papá implica muchas cosas más allá de ser solamente padre. El padre sufre con los fracasos de sus hijos, y también se alegra sus logros, pero sobre todo el padre se enorgullece de sus hijos, ya que ahí se encuentra el fruto de su trabajo de tantos años.
El padre es también aquella persona lo suficientemente fuerte para afrontar algunas decepciones de parte de sus hijos, ya que casi nunca un hijo es perfecto, y esto es natural, porque es parte de su desarrollo.
Los padres son capaces de amar, y corregir al mismo tiempo, pero son tan importantes en la vida de sus hijos, que ellos lo llevaran presente siempre como guía y maestro.