Moverse en Roma

Difícil tarea poder resumir una visita a Roma. La ciudad eterna, la cuna de la civilización occidental, del cristianismo, etc., podríamos definirla como el mayor museo al aire libre del mundo con su infinidad de iglesias, basílicas, monumentos, museos y galerías.

VIAJAR A ROMA

En avión tanto Iberia, Alitalia y Air Europa poseen varias conexiones con llegada al aeropuerto de Fiumicino, se encuentra a unos 30 km al sureste de Roma y donde llegan la mayor parte de lo vuelos regulares.

Diversas compañías Low cost, como Ryanair, llegan al aeropuerto romano de Ciampino, que es el segundo aeropuerto de la ciudad.Éste aeropuerto se encuentra aproximadamente a 15 Km. al sur del centro de Roma. Los autobuses de Terravision tienen servicios permanentes desde el aeropuerto al centro (Estación Termini), con un coste por trayecto de unos 4 Euros si reserva por Internet.

MOVERSE POR ROMA

La red de autobuses, tranvías y metro está como en toda gran ciudad bien conectada, pero si las distancias no son largas y dispone de tiempo suficiente lo mejor es moverse por la ciudad a pie ya que muchos de los atractivos turísticos en Roma se encuentran relativamente cerca unos de otros, por ejemplo la Piazza de Spagna se encuentra a menos de 3 kilómetros del Coliseo y el Foro Romano.

Si decide moverse en metro por la ciudad, sepa que la metropolitana tiene dos líneas, la línea A y B, y cuyo punto de conexión es la Estación de Termini:

-La línea A, sería la línea roja indicada en el mapa siguiente, para ir a la Piazza de Spagna, Piazza del Popolo, Fontana del Tritone, San Pedro, Museos Vaticanos, etc.

-La línea B, en color azul, para El Foro Romano, Coliseo, Circo Massimo, etc.

Importante: Tantos los billetes de autobuses, como de tranvía o metro deben de comprarse antes de viajar (los conductores no venden billetes). Y se pueden adquirir en kioscos, bares, estancos y en estaciones.

Si decide conocer Roma a pie tenga cuidado al cruzar las calles en pasos de cebra y semáforos, aunque en teoría tengamos preferencia, los conductores romanos son conocidos por su agresividad al conducir, aunque también tendrán reflejos a la hora de esquivar peatones.

El centro histórico de la ciudad en algunas zonas es peatonal, aunque en muchas está permitida la circulación de ciclomotores.

Si visita Roma en época estival y el calor aprieta es recomendable pasear por calles más estrechas y empedradas y huir de las avenidas y calles concurridas, ya que nos proporcionarán más sombra.

Si desea moverse en taxi recuerde que no es el transporte más económico que existe. Podrá coger uno en cualquier parada especial destinada para ello principalmente en zonas turísticas, aeropuertos y estaciones. No está permitido parar un taxi en las calles, aunque algunos taxistas lo hagan.