Entre las ciudades alemanas de Karlsruhe y Stuttgart encontramos el maravilloso Monasterio de Maulbronn, o Kloster Maulbronn según su nombre en alemán.
Se trata de una abadía cisterciense que da cuenta de la historia arquitectónica monástica y medieval que era típica en la región durante el siglo XII. Se trata de un grupo de edificios independientes donde el monasterio destaca tras una muralla con su catedral, diversas galerías y un claustro. Todo forma parte del Patrimonio de la Humanidad declarado como tal por la UNESCO en 1997.
Emplazado en un escenario hermoso, al norte de los Alpes, su construcción llevo más de cuatro siglos y pueden verse distintos estilos arquitectónicos, desde el románico hasta el gótico, que fueron plasmándose en los diversos edificios que hacen al conjunto del monasterio.
En el año 1147 el papa Eugenio III fundo el edificio, él fue el primer representante de la comunidad cisteciense en asumir como sumo pontífice y desde la fundación los distintos arquitectos y constructores aplicaron las técnicas y estilos más populares de cada época.
Al entrar, un gran portal nos da la bienvenida y nos permite acceder a los salones anexos, tenemos el antepatio, el edificio de maitines, la prensa y el molino, dos elementos muy habituales en las construcciones más importantes de la época.
Una de las más bellas de las instalaciones que encontramos en el Monasterio de Maulbronn es la Höllentreppe (Escalera del infierno) que llevaba a la zona de las calderas, de allí su nombre que deriva del calor de esa zona calefaccionada.
La Plaza de la Iglesia y los caminos que recorren entre un edifico y otro forman parte de la visita al monasterio, una verdadera maravilla arquitectónica que no deberíamos dejar de visitar si estamos de viaje por Alemania.