A lo largo de todo el planeta tierra existen lugares que no debemos morir sin haber visitado antes, ya que de lo contrario nunca llegaremos a saber el significado de la palabra belleza.
Uno de esos lugares es la Cinque Terre en Italia, donde encontramos cinco ciudades muy conocidas por ser el balcón de la costa de Italia. Monterosso, Vernazza, Corniglia, Riomaggiore y Manarola.
En el artículo de hoy viajamos a Manarola, que fue fundada para la devoción de los dioses de las casas.
Para llegar tendremos que pasar por una carretera difícil de transitar debido a que es muy escarpada, pero durante el trayecto, podremos ver por todos lados la belleza increíble que envuelve a esta ciudad. El poeta Lino Crovara la definió como una colmena en la roca y como un nido de gaviotas sobre las olas.
Sin duda, Manarola se trata de uno de los pueblos más coloridos de toda Italia, y en su interior encontraremos todo tipo de servicios, desde tiendas a restaurantes pasando por talleres de artesanía o pequeñas barcas en las puertas de las casas.
Una de las razones por las que destacamos este pueblo entre los cinco que forman la Cinque Terre es debido a que se trata del pueblo más antiguo de los tres, y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.