El pequeño estado de Goa es una mezcla de culturas latinas e indias en un entorno paradisíaco de playas y sol. Los portugueses llegaron aquí en 1.510. Más tarde, en 1.542, fueron los misioneros jesuitas los que desembarcaron en estas tierras y no fue hasta 1.961, cuando el ejército indio entro en Goa y termino con el dominio portugués en la India. La influencia portuguesa es evidente en las casas de estilo colonial, las iglesias, las fortalezas, el mestizaje de la gente y la religión, siendo la religión.
Goa tiene la mayor renta per cápita de la India. Su economía se basa en la agricultura, pesca, minería y turismo.
Emplazada en el Mar Arábigo, las playas y calas de Goa son espectaculares, casi vírgenes, de fina arena blanca, con palmerales y agua transparente. Un paraíso donde escapar del bullicio del país.
La mejor época para disfrutar de estas playas es de Octubre a Marzo, justo después de la estación de las lluvias y antes del calor de verano.
El alojamiento se sitúa a pie de playa y consiste en pequeños complejos de bungalows o huts de bambú y madera, que se mimetizan con el entorno natural. Las escasas edificaciones que hay se encuentran en el interior, a varios cientos de metros de la playa.
En las playas se pueden hacer actividades acuáticas, excursiones en busca de delfines, sesiones de yoga, meditación y masaje en plena playa. En las zonas de Kerala y Goa es tradicional el masaje Ayurvedic, utilizando aceites naturales medicinales.
Es un lugar donde saborear la una buena comida hindí. Hay cocina india y occidental, pero lo mejor es deleitarse con el pescado y marisco autóctono.