La segunda mitad del siglo pasado estuvo marcado por los buzos que quisieron descubrir el mundo marino en Maldivas. En la actualidad, las Maldivas se han convertido en un lugar de peregrinación para todos los amantes del buceo de todo el mundo. Lugares con suaves pendientes, corales, pequeñas corrientes subterráneas y un montón de peces tropicales que pueden ser vistos incluso por la noche, son algunas de las razones que tanto llaman la atención de este paraiso.
Además, todo el que se acerca a las profundidades de estas islas, puede disfrutar de gran variedad de cuevas, paredes escarpadas e incluso restos de naufragios.
Maldivas está rodeada por pequeñas islas coralinas que conforman un total de 26 atolones. Estos atolones, a su vez, estan rodeados por grandes lagunas que tienen de 12 a 30 metros de profundidad cada uno. Sus aguas han creado condiciones favorables que contribuyen a la formación de ramificaciones de corales formadores de arrecifes.
Las fuertes corrientes de los estrechos y canales proporcionan una abundante vida marina: un montón de cangrejos, langostas y toda clase de peces que se mueven por las suaves laderas del fondo marino.
La belleza del mundo marino de los arrecifes de coral es impresionante. Aquí se pueden ver una abundancia de todo tipo de peces tropicales, como por ejemplo, los peces payaso y los empradores, leones, mariposas, cirujanos y lábridos.
También es el hogar de grandes morenas y tortugas marinas. Tampoco sería de extrañar encontrarnos con ballenas, tiburones de arrecife, atunes, barracudas…
Hay que tener en cuenta que la pesca submarina (como con armas de aire comprimido o ballestas) no está permitida en estas zonas por lo que no vale la pena el riesgo de tratar de llevarnos a casa un recuerdo del fondo marino.