Su accidentada geografía no se parece en nada a aquella que cabría esperarse en una postal cualquiera referente al trópico, nada tienen que ver con las típicas islas de ensueño vacacionales, y, aún así, se encuentran entre los principales destinos turísticos del mundo. Hablamos de las islas galápago, declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO, el conjunto de 19 islas destaca sobre todo por su curiosa oreografía, haciendo de ellas un magnífico conjunto ideal como destino de vacaciones y lugar de descanso.
El clima que nos encontraremos no será el típico clima que podríamos encontrarnos en cualquier otro punto del trópico, sino que al llegar a las islas comprobaremos que nos acoge un clima con temperaturas más frias, por lo que no estaría de más un poco de precaución y llevar un poco de ropa de abrigo, aunque seguramente acabemos tirando de sombrero y gafas de sol…
Como principales actividades una vez se llega a las islas podemos nombrar el buceo en Gordon Rocks, el senderismo, excursiones organizadas o el snorkel, ideal para aquellos que además de relax busquen algo de aventura. Todo esto por supuesto rodeados de Iguanas, tortugas, leones marinos y grandes cantidades de aves.
En cuanto al alojamiento, a pesar de la gran oferta turística lo ideal es alojarse en uno de los cruceros que tienen como principal destino estas islas. Tampoco tendremos que preocuparnos de la comida, pues si nos alojamos en uno de estos cruceros tendremos todas las comidas cubiertas a bordo, tampoco nos faltará la oferta en las propias islas, y es que si hay algo que funciona bien en las Islas Galápagos, es precisamente el turismo.
No dejéis pasar la oportunidad de visitar estas islas, pues se trata de uno de esos rincones del mundo en el que merece poner los pies al menos una vez en la vida.Algo importante que deberéis saber es que la mejor época para visitar estas islas es desde el mes de enero hasta mayo, pues es cuando las aguas están más tranquilas (por si pretendéis hacer snorkel), las flores se encuentran en su punto más hermoso, y además es cuando nacen las crías de lobos marinos, por lo que si tenemos suerte incluso podremos ver alguna.