Barcelona, una de las mayores ciudades de España, tiene una superficie de poco más de 100 kilómetros cuadrados y una población de casi 2 millones de personas según el censo del año 2012; viendo la enorme proporción de habitantes por kilómetro cuadrado no es de extrañar el gran atractivo turístico que tiene un buen hotel en Barcelona que esté ubicado en el punto intermedio entre la playa y el casco urbano de la ciudad, el cual esconde una serie de edificios y lugares interesantes que realmente muy pocas veces se visitan debido a que los turistas suelen creer que más allá de la playa no encontrarán nada de su interés.
Pero la verdad es que Barcelona guarda un enorme valor histórico y cultural, y para comprobarlo basta con dar una vuelta por las principales calles de la ciudad: los edificios con formas y colores atrevidos abundan por toda Barcelona, de modo que uno puede estar paseando tan tranquilamente hasta que de golpe y porrazo se encuentra con el Palacio de la Música, el cual tiene una fachada que no deja indiferente a ningún turista.
Y respecto a las playas, pues lo cierto es que Barcelona también destaca en este aspecto ya que resulta ser una ciudad muy a tener en cuenta a la hora de planificar las vacaciones de verano. Todos aquellos que no quieren renunciar a la playa tienen en esta ciudad el destino ideal, ya que cuando uno se aburre del mar siempre puede hacer las maletas e ir a visitar el centro de la ciudad para descubrir la cultura que se esconde en él. Sin lugar a dudas se trata del viaje perfecto en el sentido de que en una misma ciudad se reúnen todo tipo de actividades que cualquier turista está encantado de realizar.
Encontrar un hotel en Madrid o Barcelona es algo relativamente sencillo siempre y cuando se haga con la antelación suficiente, pero una de las cosas fundamentales a tener en cuenta es asegurarse de que el hotel está ubicado en una buena zona turística que se encuentre cerca de los lugares de interés más importantes de la ciudad, de forma que uno pueda desplazarse incluso a pie para visitar este tipo de emplazamientos.
Los lugares más interesantes de Barcelona se pueden dividir en dos partes: playa y casco urbano. En el primer caso, la costa barcelonesa se divide en diferentes playas (siendo Playa de la Barceloneta, Playa de San Sebastiá, Playa de Sant Miquel y Baños del Fórum las más interesantes en orden de popularidad). Después, el casco urbano de Barcelona está formado por diferentes localizaciones muy conocidas como bien puede ser la Basílica de Santa María del Mar o la más que famosa Sagrada Familia.
Barcelona es al mismo tiempo una ciudad que en un fin de semana puede haberse visto casi por completo, de modo que con una semana de vacaciones un turista suele quedar más que contento con su visita a la ciudad.
Una vez acabada la ruta turística solamente queda disfrutar de las playas de la costa barcelonesa, de modo que toalla en mano y con la crema protector solar bien repartida por todo el cuerpo hay que disfrutar del Sol de España y de la magia de la costa de Barcelona.
Para aquellos que se lo estén preguntando, un hotel en primera línea de playa no es tan bueno como puede parecer en un principio ya que limita mucho los movimientos del turista de forma que se hace imposible por ejemplo llegar a todos los lugares de interés turístico sin hacer uso de los taxis.