Si visitamos Madrid con niños pequeños, es posible que se aburran si pasan todo el día visitando museos y subiendo y bajando por las calles. Uno de los sitios más espectaculares en que los niños podrán divertirse muchísimo es Faunia, que no solo es un zoo lleno de animales sino también un jardín botánico donde pueden aprender del mundo de las plantas. Está dividido en varios ecosistemas, entre los que podremos observar la vida de los animales nocturnos o pasar frío con los animales polares.
Faunia tiene una gran cantidad de especies, tanto animales como vegetales, que asombrarán a los más jóvenes de la casa y, porque no, también a los más mayores. Podremos disfrutar de la visión de osos, ardillas, leones y focas, e incluso hay una zona de animales que solo salen por la noche como son los búhos.
En su teatro del lago podremos presenciar espectáculos increíbles con focas, o de aves rapaces como águilas y halcones. También tenemos una zona dedicada al jurásico, donde encontraremos reproducciones de dinosaurios y conoceremos más acerca de ellos. Incluso para los más pequeños hay un zoo de mini animales, que son animales chiquititos a los que los más pequeños podrán dar de comer, como a las cabritas, a los cerdos vietnamitas o conocer de cerca a los burros enanos.
Para los más atrevidos hay una jungla llena de animales, como los monos que viven en estos lugares y que representa la calurosa y húmeda jungla tropical, en la que se recrea una lluvia tropical en la que observar el comportamiento de las especies que viven allí si te atreves a mojarte.
El objetivo de este centro de la naturaleza no es solo poder ver a los animales en su hábitat o algunas plantas, sino aprender cómo viven, qué comen o cómo se reproducen mientras pasamos un gran día en la naturaleza. Y es que aprender puede ser divertido.