La estatua de Buda más grande del mundo la podemos encontrar esculpida sobre la roca en el interior de la montaña Linyunshan, en la confluencia de tres pequeños ríos (Min Jiang, Dadu y Qingyi) en la provincia de Sichuan, cerca de la ciudad de Leshan, en China.
La mirada del Buda (Maitreya) se dirige a la montaña sagrada del Monte Emei. La cabeza, se encuentra a rás del monte y por sus piés corren las aguas de los ríos.
La construcción de la estatua gigante se inició durante la dinastía Tang en el año 713 y no se finalizó hasta pasados 90 años. La construcción fue iniciada por un monje llamado HaiTong, con el objetivo de que calmara las aguas de los ríos que tantos barcos habían destrozado y ahuyentara los malos espíritus.
HaiTong recaudó durante 20 años el dinero necesario para construir la estatua gigante y cuando llegó a la cantidad necesaria, el dinero fue reclamado para el comercio y la infraestructura de la ciudad. Haitong no estaba dispuesto a ceder el dinero que tanto le había costado juntar y comenzó con la construcción del Buda. A su muerte, el trabajo fue continuado por sus discípulos y se finalizó casi un siglo después, en el año 803. De esta forma se convertiría en la estatua tallada en piedra más grande del mundo, record que sigue ostentando a día de hoy.
El gran buda de Leshan tuvo que ser restaurado en el año 1960 por el gobierno Chino debido a los daños que le había producido la erosión de la lluvia. Tiene una altura de 71 metros y 28 de ancho. Solo la cabeza son 15 metros, con 5,5 para la nariz. La longitud de los dedos de la mano es de 8 metros y los dedos de los pies de 1,6.
El gran Buda de Leshan, junto con el paisaje del monte Emei, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1996.