La inflación es la variación de los precios altos. Por otro lado, una variación de precios más bajos – conocido como deflación. En los negocios y el dinero, la inflación es una herramienta útil para comprender mejor cómo el ritmo de crecimiento de los precios afecta a la economía de un país y tus finanzas personales. En este artículo, vamos a encontrar algunos tipos y cómo cada uno tiene efectos prácticos sobre la economía de tu país y, por extensión, tu economía personal.
Guía para los tipos de inflación
Dependiendo de la magnitud del precio alto, es posible considerar los tres tipos de inflación: la inflación moderada, inflación galopante y la hiperinflación. Para entender mejor el concepto de cada uno de estos tipos, y cuando se van a utilizar, lee la descripción detallada.
Inflación Moderada
Se considera inflación moderada cuando los precios aumentan lentamente y, como resultado, permanecer relativamente estable. En esta situación, no hay confianza en la economía del país y la gente tiende a depositar dinero en los bancos, a través de los productos de los depósitos remunerados a largo plazo, para que su dinero no se deprecia con el tiempo.
La Hiperinflación
La hiperinflación es un caso particular de la inflación, que se lleva a cabo cuando los precios suben en más de un año y se exagera en la velocidad de subida de precios alcanza hasta 1000%. Una economía hiperinflacionaria refleja un estado de profunda crisis económica, ya que el dinero se deprecia a un ritmo alarmante y capacidad de las personas para comprar bienes y servicios con la moneda es casi nula. Produce una hiperinflación cuando el gobierno financia su gasto a través de la introducción de un mercado de divisas sin control.
Además de los tipos anteriores de inflación de acuerdo con la magnitud del alto precio de los productos, existen otros conceptos económicos relacionados, como es el caso de la estanflación. La estanflación es una situación de la inflación, acompañada de un escenario de crecimiento económico cero o crecimiento negativo y el alto desempleo. Así ocurrió, por ejemplo, en los años 70, cuando el precio del petróleo aumentó. En Japón, también se produjo después de que la burbuja inmobiliaria estalló en los años 80. Es una situación muy complicada para los ciudadanos y los gobiernos para llegar a ser muy difícil de poner en práctica políticas y medidas para superar esta crisis. Según los economistas, esta es la situación más complicada que la economía de un país puede cruzar.