Si buscas un lugar que te asombre la mezcla de un paisaje natural mezclado con el asentamiento de lugares que brinden al turista la sensación de estar en su propia casa, debes de conocer San Martín de los Andes, la cual es una es una aldea de montaña.
San Martín de los Andes se encuentra en el sudoeste de la provincia de Neuquen, dentro de un parque privilegiado de bosques naturales con cerros cordilleranos a orillas del lago Lacar, el cual fue denominado por los aborígenes de la época hispanoamericana Valle de los Dioses.
Quizás el invierno sea la mejor época para visitar ya que su principal atractivo es la pista de esquí Chapelco el que es el mas moderno en sus instalaciones tanto para las elevaciones como en los servicios para los deportistas.
En las estaciones de primavera y verano se dan las posibilidades de realizar deportes náuticos, caminatas por paisajes muy naturales, excursiones ecuestres, trekking, mountain bike, y aquellos que no les gusta o no quieren hacer ninguno de los deportes puede ser un espectador en todo momento ya que las actividades son numerosas a diario.etc.
Con la llegada del verano las actividades se dan en torno a los ríos y lagos de la zona pudiéndose practicar deportes náuticos como navegación a vela, canotaje, windsurf, pesca deportiva,etc, como se puede apreciar no hay estación del año que no ofrezca un gran atractivo para que sea visitada en San Martín de los Andes.
Esta Aldea de la Cordillera de los Andes, se ha transformado con sus casi 20.000 habitantes en un enorme centro turístico casi exclusivo, su misma población es la que se encarga de todos los servicios al turista siendo este sector que predomina en la vida de San Martín de los Andes.
Este maravilloso lugar es una oferta turística para todo el año, lleno de cerros, bosques nativos muy bien preservados, cascadas, lagos, ríos que permiten al turista realizar un sin fin de actividades para pasar unas vacaciones inolvidables.
En el lugar se cuenta con una gran hospitalidad e instalaciones de primer nivel para que el turista se sienta como en su casa y no pase ni un momento en soledad o sin saber que hacer, donde no tenga tiempo de hachar nada de menos en cuanto a la gastronomía se puede conseguir verdaderas exquisiteces típicas.
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