Si bien cuando buscamos una isla paradisíaca solemos imaginarnos paisajes caribeños, también existen otra clase de sitios que podemos elegir, tales como las islas españolas, que presentan entornos más variados y distintos al Caribe, pero que también ofrecen una serie de bellezas que valdría la pena considerar.

Por ejemplo la Isla de Tabarca, esta es la más grande de la comunidad valenciana, y se encuentra a 22 kilómetros del puerto principal de Alicante, este islote cuenta con un paisaje rodeado por acantilados pequeños, pero que brindan hermosas vistas del paisaje, además cuenta con un pequeño pueblo donde viven algunas personas las cuales deben viajar día a día en barco para asistir a sus trabajos regulares.

Si te encuentras buscando un destino para visitar que disponga de magia para maravillar tus ojos, no debes dejar de presenciar un espectáculo de la naturaleza que es sumamente común, pero de una perspectiva completamente diferente.

pico de las nieves

Imagen: Azuaje – Flickr

Te invitamos a visitar el Pico de Las Nieves, el cual se encuentra ubicado en Gran Canaria, España, donde podrás llegar a ver un mar de nubes debajo de tus propios pies, convirtiendo el paisaje en algo completamente mágico y que seguramente jamás habrías imaginado.

Barcelona, es la capital de Cataluña, situada en España. En esta ciudad puedes ver muchos monumentos artísticos, todos ellos diseñados por el arquitecto Antonio Gaudí, un artista catalán que amaba esta ciudad. Sus obras más conocidas son “las casas Gaudí”, “la Sagrada Familia” y “el parque Güell”.
Las casas Gaudí, se sitúan en el centro de Barcelona, y La Casa Milà, más conocida como “La Pedrera” es la más importante. Con una fachada totalmente llena de curvas, es uno de los puntos turísticos más visitado por los turistas que se acercan a esta asombrosa ciudad.
La Sagrada Familia, es una basílica que comenzó a construirse en 1882, y todavía no se ha terminado. Lo más característico que tiene, son las torres cónicas llenas de pequeñas ventanas que se alzan sobre ella.
Gaudí también diseñó el conocido “Parque Güell” de Eusebio Güell, quien quería que le construyese una ciudad en él, proyecto que nunca se llegó a terminar aunque se puede ver claramente la influencia de Gaudí en toda la extensión del parque de unas 17 hectáreas. Desde este parque se puede ver toda la ciudad, con sus dos calles principales conocidas como “diagonales”, unas vistas fabulosas y únicas de ver.

Zumaia es un pueblo precioso de Gipuzkoa que se sitúa en la costa, a pocos minutos de Getaria, que es un puerto pesquero. Los asombrosos acantilados de esta zona han dejado un paisaje sin igual debido a la acción del mar. El paisaje muestra un conjunto de formaciones rocosas de varios colores, blancas y algo más oscuras, al rededor de la costa, debido a lo cual se declaró biotopo protegido por la importancia geológica que tiene este lugar.
Si te acercas a la playa de Zumaia puedes contemplarlo en todo su esplendor, y andar por la arena dando un pequeño paseo mientras lo miras todo atentamente. Además, también puedes ir andando por los acantilados, que tienen unos 8 km de longitud, y de esta forma poder observar todo este regalo de la naturaleza desde otro punto de vista, desde arriba.

Calpe, situado a tan solo unos 20 km de Benidorm, en la provincia de Alicante, España, es un lugar fantástico para poder disfrutar de un clima caluroso si durante el año tu tierra es bastante fría.

El símbolo más conocido de Calpe es el “Peñón de IFach” con una altura de 332 metros. Este peñón es como una roca gigante que se alza majestuosa a orillas del mar. El fantástico peñón separa a Calpe en dos playas, lo que hace suponer que son dos pueblos diferentes en lugar de uno solo.

Calpe es un perfecto lugar para comenzar a realizar alguna actividad  pues es muy atraído por los escaladores y amantes del buceo. Si no quieres emociones tan fuertes, también hay un barco que rodea el peñón, el cual tiene una parte submarina desde la que puedes observar todo el mundo marino que se encuentra en esta zona.
Es típico que durante el día, uno se refresque dándose un chapuzón o se relaje tomando el sol, pero a la noche, no puede faltar dar un paseo por la playa, tomar una copa o incluso mirar los puestos de suvenires que se abren a estas horas.
Calpe es sin duda, un perfecto lugar para desconectar.